50 sombras de Grey.

Sí, también he sido atrapada por este best-seller. Antes de leer, os aviso que esta reseña contiene algunos spoilers. Así que, como os decía, esta exitosa saga erótica que ha revolucionado el mundo entero, también ha podido conmigo.

En primer lugar, para aquellos amantes de la literatura que buscan obras maestras exquisitas, con un estilo literario espectacular, no esperéis eso con este libro. No os estoy diciendo que la escritora no sepa escribir, o que su estilo sea malo, simplemente, que es bastante común. Pero son los personajes, la historia, pero sobre todo la explicitud, lo que «elevan lo ordinario a un nivel extraordinario.»

La  obra ha sido muy criticada por su origen como fanfiction basado en Crepúsculo. Cierto es que en un principio si se asemeja un poco a la saga vampírica, con la chica tímida, con poco autoestima, que sería Anastasia Steele, y el chico guapo, misterioso, con ese aire peligroso que sería Christian Grey. Pero a partir de ahí, no hay ningún parecido, en absolutamente ninguno sentido, con Crepúsculo. Eso es al menos lo que a mí me ha parecido, tras haber leído los tres libros, y habiendo leído también anteriormente la saga de Sthepenie Meyer.

Empecemos con Anastasia Steele. Sería el prototipo de chica que encontramos en la mayoría de libros románticos. Dulce, inocente, con baja autoestima y demasiado normal según su punto de vista, pero que  al final acaba convirtiéndose en la diosa que todo hombre quiere. Se acaba de graduar en la universidad en literatura. Por otra parte, como era de esperar, totalmente distinto a ella, está Christian Grey, tan atractivo que hasta duele mirar, misterioso, poco expresivo, pero sobre todo, con ese aire de peligro que hace que sepas que tienes que alejarte, pero inevitablemente, siempre vuelves a él. Asquerosamente rico, el hombre que todas desearían y el que todos quieren ser.  Sí, ya lo se. Un pareja muy estereotipada, cliché absoluto, pero eh!, de clichés ha vivido y sigue viviendo la literatura, y en el fondo, nos encantan.

Todo empieza con una simple entrevista. Creo que todos los que habéis oído hablar de este libro sabéis más o menos como es. Él tiene tendencias sexuales un poco extrañas, bueno, distintas. Christian Grey es un sádico, ya sabéis, aquel que siente placer sexual causando daño o dolor físico a otra persona. Anastasia lo cautiva desde el principio, y le propone que sea su ‘Sumisa’. Y pensaréis, qué narices hace una chica que con veinte años, rata de biblioteca, y todavía virgen, si quiera pensando en adentrarse en una relación que incluye esposas, látigos, fustas, pinzas para los pezones, y demás objetos dolorosos. Pues, sinceramente, no lo se. Tal vez ese sea el punto que no me cuadra o no me agrada mucho de la historia, lo mojigata que puede llegar a ser la muchacha esta. Es de esas que dice ‘no, no debería, esto está mal’, pero lo hace. Pero en fin, que se le va a hacer. Christian es bastante controlador, es por eso que a todas sus Sumisas, le obliga a firmar un contrato, tanto de confidencialidad,  así como otro donde aceptan las prácticas sexuales que les ofrece. Todas sus Sumisas se dirigirán a él como ‘Amo’, y aceptarán todas las prácticas que el Amo les proponga, que se llevarán a cabo dentro del ya famoso ‘Cuarto Rojo del Dolor’. Son prácticas que buscan el placer mutuo, pero sobre todo el suyo, a través del dolor físico, principalmente. Es por eso que hasta tiene una palabra de seguridad que recomienda utilizar a sus sumisas cuando ven que no dan más. Si, todo muy controlador, bastante metódico, pero aún así, este tipo de relaciones siempre tienen que ser consentidas.

Desde un principio Christian deja claras sus intenciones con Anastasia, así que tampoco se podría decir que entró en esa relación engañada, este no es el caso. Sin embargo, ella, con lo inocente que es, siempre buscaba más, un más que Christian no podía, y no estaba dispuesto a darle. Aún así, ella rompe sus esquemas, por lo que dada su nula experiencia, decide iniciarla en sus prácticas con una relación sexual normal, lo que él llama «polvo vainilla.» Anastasia no firma ningún contrato, por lo que no es su Sumisa. Así, inician una relación bastante rara, mientras van acordando los límites infranqueables de ambos, en caso de que firmase el contrato. Se van conociendo, aunque el más de ella, que ella de él. Recordad, son 50 sombras que todavía no está dispuesto a desvelar.

Sin embargo, ella sigue buscando más, y él todavía sigue interesado en una relación sado. Nada de flores y bombones. Anastasia decide entonces conocer sus límites, y le pide que sea lo más duro que puede llegar a ser con ella. Ya ha habido cachetes y demás actividades dolorosas, pero que, aunque parezca raro, le han gustando, por eso seguía con él. Christian no hace más que repetirle que hay una línea muy fina entre el placer y el dolor. Es por esos que los golpes que recibía de Christian le provocaban más placer que dolor. Sin embargo, esta vez es distinto, el utiliza un cinturón para golpearla, y ella, aunque no puede seguir, no utiliza la palabra de seguridad, y es entonces cuando se da cuenta que no está dispuesta a darle lo que él busca, por lo que se marcha. Y aquí, señores y señoras es donde acaba el libro.

Es un libro espectacular, desde mi punto de vista. Es cierto que mucha gente dice que es demasiado duro, explicito y demás cosas. Pero, por favor, que esperan, se trata de un libro erótico, si quieren mariposas en el estómago que lean Tres metros sobre el cielo o esas novelas (con todo mi respeto hacia la obra, que también la he leído). Pero, es que he escuchado barbaridades relacionadas con este libro. Tened en cuenta que no es una historia real, no podéis extrapolar o estereotipar a la gente y el mundo a partir de lo que habéis leído en un libro, ya sea 50 sombras o Harry Potter. He leído casos de mujeres que han muerto intentando practicar lo que leían en 50 sombras, o que se han vuelto locas, o que ha hecho que se divorcien, o que ha aumentado las prácticas de relaciones sexuales, y podría seguir, pero no me apetece. Si no sabéis distinguir entre el mundo real y el ficticio tenéis un gran problema. Vosotros seguid buscando en el armario, que algún día llegaréis a Narnia, yo lo hago, en serio.

A parte de todas estas desastrosas consecuencias que se ve que tiene leer 50 sombras, es un libro muy bueno, distinto y cautivador.La escritora relata muy bien la relación entre Christian y Anastasia, y el pasado tan oscuro que parece tener él, hace que quieras leer y saber más. Además os aseguro, que hay frases que son espectaculares, porque en el fondo nuestro Christian es un romanticón. Os lo recomiendo total y ciegamente. Si lo leéis pasaréis un buen momento, pero por favor, tened claro que es un libro, no un manual de vida o un libro mágico que te trasporta a otro mundo.

Cuando acabéis la trilogía, como es mi caso, os aseguro que os quedaréis con ganas de más, muchísimo más. Pero todavía tenemos Christian para rato. Universal Pictures y Focus Features compraron los derechos cinematográfico de 50 sombras de Grey en 2012. La directora fue conocida hace unos pocos días, y será Sam Taylor-Johnson. Lo más probable es que la película se estrene hacia el verano del año que viene, de la cual todavía no se conoce el reparto, aunque se rumorea que Christian Grey puede ser interpretado por Matt Bommer o Ian Somerhalder.

Y porque os quiero mucho, os voy a poner el enlace de un corto realizado por fans del libro, no se si lo habréis visto, pero  es espectacular.  Ya sabéis, nos proponemos complacer 😉

C.